Una de las ciudades más bonitas e importantes del estado de Guanajuato es San Miguel de Allende, un lugar lleno de historia, cultura y arquitectura, con bellas calles en su zona centro.
San Miguel de Allende fue fundada como villa en 1542 por Fray Juan de San Miguel, quien la bautizó con el nombre de San Miguel el Grande. Su nombre actual se completa en honor al héroe de la Independencia, Ignacio Allende.
No fue hasta el 8 de marzo de 1826 que recibió la categoría de ciudad. En el siglo XVIII y la primera década del siglo XIX, San Miguel de Allende se convirtió en un importante centro comercial, industrial y agrícola, gracias a los fundos mineros (fincas rústicas) de Guanajuato, San Luis Potosí y Zacatecas. La ciudad era un paso obligado para el traslado de la plata hacia la Ciudad de México y un punto de abastecimiento de mercancías destinadas a las poblaciones de la región.
En 2008, la UNESCO nombró a San Miguel de Allende Patrimonio Cultural de la Humanidad bajo el título de Villa Protectora de San Miguel y Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco. Esta distinción se otorgó debido a su aporte cultural y arquitectónico al barroco mexicano y por ser un punto de fusión mutuas entre la cultura española, criolla e indígena, constituyendo un ejemplo excepcional del intercambio cultural entre Europa y América Latina.
San Miguel de Allende es una ciudad llena de eventos y festividades, muchas de ellas combinan lo sagrado y lo profano, generando espacios de convivencia comunitaria. Algunas de sus tradiciones más representativas son:
- Semana Santa, con sus procesiones y representaciones.
- Fiesta de San Antonio de Padua, patrono de los enamorados y matrimonios.
- Celebraciones en honor a San Miguel Arcángel, el santo que da nombre a la ciudad.
- Tradiciones navideñas, llenas de luces, posadas y festividades.
Estos eventos no solo son expresiones de fe, sino también muestras del folclore local, destacando la danza, la música y la gastronomía típica.
Actualmente, San Miguel de Allende es uno de los centros gastronómicos y turísticos más reconocidos del país, con una destacada oferta de cocina de autor e internacional adaptada a los productos de la región. Entre sus platillos más representativos se encuentran:
- Platillos tradicionales: frijoles con chicharrón, cueritos, rabo de zorra (chiles, manteca de cerdo y huevo), pacholas (tiras de carne molida), empanadas de carnitas, fiambre al estilo San Miguel y pico de gallo. También destacan frutas y verduras bañadas con vinagre de manzana y aceite de oliva, además del xoconostle en sus diversas presentaciones.
- Dulces típicos: rollo de frutas, mazapanes, rompope, cajeta y jamoncillos.
- Bebidas tradicionales: agua de betabel, cebadina y colonche (una bebida alcohólica obtenida por la fermentación del jugo de tunas de varias especies).
San Miguel de Allende es un destino que cautiva con su historia, arquitectura, tradiciones y una oferta cultural y gastronómica única en México.
San Miguel de Allende y su arquitectura colonial, con sus calles de adoquín, sus museos, edificios históricos o sus calles coloridas hacen que sean consideradas un patrimonio de la humanidad.
Una de las arquitecturas más importantes del municipio es la parroquia dedicada a San Miguel Arcángel, la cual fue construida en 1555, fue en 1649 donde la iglesia sufrió un deterioro. En 1709 se tomó la iniciativa de la reconstrucción de la parroquia con un estilo barroco.
Durante los años de 1880 a 1890 se retoma el proyecto de la parroquia en donde se enfoca en solamente en la fachada, adecuándose a un estilo artístico de la época, inspirándose en las grandes obras arquitectónicas de estilo Gótico de la Europa Medieval, actualmente la parroquia es uno de los símbolos más importantes de la ciudad.
Las principales construcciones arquitectónicas, además de la parroquia San Miguel Arcángel son :
- Templo y convento de San Francisco.
- Templo de nuestra señora de la salud.
- Instituto Allende.
- Jardines Botánicos.
San Miguel de Allende es un lugar único para visitar y conocer su cultura, comida y tradiciones, un lugar totalmente familiar y tranquilo.